Aprovechando que estamos en el mes de las madres, hoy queremos hablarte de la Oxitocina, mejor conocida como la hormona de la felicidad, del amor o molécula del abrazo. Y, justo hoy hablamos de esta hormona porque, en una de las etapas donde mayor presencia tiene en el cuerpo humano es durante el sexo, embarazo y lactancia, parte importante del ciclo de la mujer cuando está próxima a convertirse en madre y cuando ya es madre. ⠀
⠀ La Oxitocina ayuda a generar un buen ambiente a nuestro alrededor pues facilita la formación de vínculos sociales, vínculos de pareja y vínculos madre-hij@. Esta hormona se asocia con un lazo poderoso a las dos personas que comparten esa experiencia, por eso, el vínculo entre madres e hijos es tan fuerte y especial. ⠀
La Oxitocina y la hostilidad
La oxitocina tiene una capacidad llamativa para poner en marcha comportamientos determinados y si bien, siempre se asocia a comportamientos positivos que pueden favorecer el sentimiento de grupo, existen casos en los que la respuesta no es del todo positiva, por ejemplo, la hostilidad a los extraños. En este caso la Oxitocina interviene, al parecer, en distinguir quién es «uno de los nuestros» de quien no lo es, es decir, si es parte de la tribu o no. ⠀ ⠀ Se cree que esta respuesta se ha derivado a partir de una necesidad evolutiva. Por ejemplo, una madre que se ha «vinculado» a su cría a través de esta hormona está dispuesta para algo biológicamente difícil: dar su vida por proteger la de su hijo. Lo vemos incontables veces en el mundo animal.
Si bien esta hormona de la felicidad nos puede llevar a sentirnos plenos y felicites mediante acciones positivas, también nos puede hacer sentir igual, pero llevando acciones no del todo positivas.
La Oxitocina y las mentiras
La Oxitocina puede aumentar lo que podríamos llamar el lado oscuro de la vida social. Hay estudios que sugieren que grandes dosis de Oxitocina pueden aumentar la ansiedad de las personas al hacerlas hipersensibles a lo que los demás opinan de ellos. También se ha visto que está implicada en la mentira, si es que esa mentira favorece al grupo cercano, es decir, puedo decir o ejercer algún tipo de acción que no es correcta con tal de favorecer a alguien por el que siento aprecio, o por quedar bien o incluso por pertenecer a un grupo o tribu.⠀ ⠀ Según estudios, cuando a los individuos de un grupo se les administraba Oxitocina, los niveles de deshonestidad entre ellos aumentaban siempre que el grupo se beneficiase de eso. La idea es que la amistad actúa como un tapón social, protege frente a los efectos negativos del estrés y hace que una confrontación violenta sea más llevadera si tienes a tu amigo al lado, esto aunque pueda que suene alarmante ha sido parte de nuestra evolución como humanidad y además ha garantizado a través de los años la supervivencia de la especie. ⠀ ⠀ En definitiva, la Oxitocina además de hacernos sentir plenos, nos hace sentir parte de un todo, de un grupo, por eso cuando estamos rodeados de personas que nos caen bien nos sentimos tan a gusto, por eso sentarnos a la mesa a compartir eleva nuestros niveles de Oxitocina.
Esta hormona no podemos clasificarla como buena ni mala, nosotros como individuos debemos estar consciente del papel que juega en nuestro cuerpo y evaluar o discernir como nos comportamos antes diferentes circunstancias, de nuevo «hacer consciente lo inconsciente». ⠀
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