Imagina que decides ir a comer a un restaurante de comida asiática. Te atrae la idea de probar el Buddha bowl que aparece en el menú. Te lo imaginas sabroso, fresco, colorido, equilibrado y lleno de texturas y sabores interesantes. Pero cuando pides el plato al mesonero, te informa que no hay. Te sientes un poco decepcionado, pero decides pedir otra cosa en su lugar. Sin embargo, la experiencia ya no es la misma. Te sientes un poco defraudado y tu apetito se ha reducido. ¿Te suena familiar? ¿Te ha pasado?
Impacto desde los ojos del cliente
Este tipo de situaciones son comunes en muchos restaurantes, y pueden tener un impacto significativo en la experiencia del cliente y en la rentabilidad de tu negocio. Desde el punto de vista de la Neurogastronomía, esta experiencia puede generar una serie de reacciones emocionales en el cliente que pueden afectar su percepción de tu restaurante. Por ejemplo, la decepción que siente el cliente al enterarse de que el plato que quería no está disponible puede generar una sensación de pérdida y disminuir su satisfacción general con la experiencia que está por vivir en tu restaurante.
Además, si el cliente no encuentra una alternativa que le atraiga tanto como el plato original, puede sentirse frustrado y desmotivado para seguir explorando el menú. Esto puede disminuir su intención de volver al restaurante o de recomendarlo a sus amigos y familiares. En otras palabras, la falta de un ingrediente en un plato, algo que no pareciera ser gran cosa, puede tener un impacto negativo en la percepción del cliente sobre tu restaurante y en la probabilidad de que vuelva a visitarlo.
Impacto desde los ojos del dueño del restaurante
Desde tu perspectiva, la falta de ingredientes puede tener un impacto en la eficiencia operativa y en la rentabilidad de tu negocio. Si no se lleva un control adecuado del inventario y las ventas diarias, es posible que se terminen los ingredientes antes de lo previsto y tengas que mandar en carrera a uno de los integrantes de tu equipo para reponerlos, comprandolos en el supermercado de la esquina ¿Te ha pasado? Esto puede generar un costo adicional para el negocio, disminuyendo tu rentabilidad.
Por lo tanto, es fundamental que como dueño y gerente de tu negocio lleves un registro diario de tus ventas y de los ingredientes utilizados, para anticipar la demanda y asegurarse de tener suficiente inventario para el día de ventas. También es importante tener un control riguroso del inventario, para saber en todo momento cuánto stock se tiene y cuánto se necesita comprar. Además, es recomendable tener una política clara y efectiva de comunicación con tu cliente cuando un plato no está disponible. Es importante informar al mesonero, quien a su vez deberá informar a tu cliente de manera clara y amable. Es recomendable ofrecer una alternativa o sugerir otro plato del menú que pueda ser de interés para el cliente.
En resumen, la falta de un ingrediente en un plato puede tener un impacto negativo en la experiencia del cliente y en la eficiencia operativa y rentabilidad de tu restaurante. Para evitar este tipo de situaciones, es fundamental llevar un control riguroso del inventario y las ventas diarias, y tener una política clara de comunicación con el cliente. De esta manera, se puede asegurar una experiencia satisfactoria para el cliente y un negocio rentable para el dueño del restaurante.
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